16 junio, 2010

Líricos, pragmáticos y carambolas

Cada partido, cada campeonato y fundamentalmente el mundial de fútbol reabre el debate entre los de “paladar negro”, quienes quieren ver equipos que jueguen bien, ganen, gusten y goleen, y los que tienen como prioridad llegar al sabor de la victoria aunque sea con once jugadores colgados del travesaño o ganando por penales.

No debemos engañarnos. En la mayoría de los mundiales recientes no se ha jugado bien. El que sale campeón no es necesariamente el que mejor juega, sino el que mejor se defiende, recibe menos goles y la emboca cuando tiene las oportunidades, aunque sean pocas.

Muchos goles vienen de pelota parada. Centro y cabezazo. Un rebote o un balón que queda picando y alguien define. Algún error de la defensa o la mala suerte de un arquero o defensor.

Si no me creen, pregúntenle a los jugadores, técnicos y fanáticos de Inglaterra, Argelia, Paraguay, Dinamarca, Honduras y España.

Si no fuera por los errores de los arqueros “verdes”, de un manotazo guaraní al aire, un rebote en una espalda danesa y de carambolas en favor de Chile y Suiza, varios partidos hubieran terminado de manera diferente. Solamente holandeses y chilenos tuvieron méritos futbolísticos para prevalecer en sus partidos, aunque los goles que les abrieron el camino a la victoria tuvieron un componente de flipper

Los románticos del fútbol comenzarán a escribir acerca del nivel chato del mundial. En realidad, ya varios empezaron.

Los simpatizantes, sobre todo de los países que ganan, los mirarán como si los otros no entendieran nada.

Los chilenos, por ejemplo, tienen todo el derecho del mundo a vivir su momento más feliz en el inicio del mundial y ponerse locos como su técnico argentino. Se han acercado a un boleto de jugar la segunda ronda gracias a su victoria y al batacazo suizo. Pero atentos, no deben comenzar a comerse el chocolate todavía. Si Suiza se les mete atrás, como hoy, el partido será complicado. Y cerrarán la clasificación, y la definición de jugar o no contra Brasil en octavos de final, contra España.

Los extremistas de plumas y teclados le darán con un caño por la cabeza al equipo español. La furia se mudará de la cancha para devaluar con críticas al gran candidato. Atentos: solamente le faltó la eficacia, la contundencia y la suerte en un partido como el de hoy. Si el travesaño hubiera estado 10 centímetros más arriba y los palos un poco más al costado, España hoy tenía los tres puntos.

Si España procesa bien la bronca y la frustración, y convierte esa energía en concentración –y no desesperación-, a la larga se verá fortalecida con esta derrota. Mientras, se quedará pensando para qué sirvieron los goles en los partidos amistosos... si hoy, cuando los necesitaban, se quedaron en el vestuario.

Muchos esperamos que en la segunda ronda se enfrenten a Brasil. Debo admitirlo, es porque creo que España es uno de los pocos que puede ganarle a los pentacampeones. Francia, que los amargó varias veces y los tiene "de hijos" (mundiales 86, 98 y 2006) y Alemania son los únicos con peso suficiente para ganarles. Un escalón más abajo, una Holanda o Italia inspiradas, o un milagro argentino, serían las únicas opciones para evitar su sexta estrella.

1 comentario:

  1. Solo voy a decir algo: me dio pena lo de España, porque hasta en los reportajes ellos mismos hablaban de su historia tragica en los mundiales, de llegar como candidatos y perder... y se les cumplió nomás y en el primer partido!! como una profecia autocumplida.

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