14 julio, 2009

Es para vos

Un gol sin dedicatoria ni festejo es una mentira.

La idea es que este blog sea un golazo. Como no los puedo meter en la cancha, intento acá.

De pronto, quién te dice, me descubren, me compran y me llevan a escribir a Europa, donde se pagan millones. Y, encima, en euros.

Entonces, ya lo voy dedicando. Tiene más valor ahora que cuando sea millonario.

Estas páginas están dedicadas a dos personas que están en el lugar desde donde uno no vuelve. En la platea desde la que se ven todos los partidos sin pagar entrada.

La primera persona es la que me bancó mis idas a la cancha. Por financiarlas y por aguantarme las ausencias domingueras o sabatinas. Sin ella no estaría en este mundo. Mamma mia... por si no se avivaron.

La segunda es un amigazo que me llevaba décadas, y con quien nos hicimos grandes amigos en el trabajo, jugando con las palabras y el doble sentido -siendo el segundo futbolero- que solamente la gente que alguna vez saltó en un tablón, literalmente, puede usar. Lalo. Ojalá me dictes alguna frase de tanto en tanto.

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